Existen diversas posturas para hacer frente a esta cuestión y cada familia es libre de tomar la decisión que mejor considere para su entorno: contárselo a su hijo desde pequeño, esperar a que sea mayor o bien no revelárselo.
En este aspecto, para los hijos que han nacido mediante tratamientos de reproducción asistida y gracias a las células de donante, el efecto psicológico suele ser menor que para aquellos que han sido adoptados, ya que no se producen sentimientos de rechazo o pérdida hacia los progenitores.
Es recomendable que las familias que deciden contárselo a sus hijos lo hagan de manera progresiva y preferiblemente cuando son más pequeños (menores de 8 años). Además, pueden utilizar cuentos y libros escritos para público infantil que abordan la donación de óvulos y esperma. De este modo, pueden entender mejor la determinación que tomaron sus padres para concebirlos.
Durante este proceso es normal que a los niños les surjan múltiples dudas, en este caso las familias deben escucharlos y dejarles claro que resolverán todas sus preguntas. Asimismo, es importante tener en cuenta que, a la hora de abordar esta conversación, el lenguaje que se utiliza es fundamental para que los hijos conozcan la palabra donante y la diferencien de padre o madre.
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