Los efectos del periodo de abstinencia han generado variedad de opiniones entre los expertos. Algunos de ellos no consideran que exista una relación entre la duración de la abstinencia y los parámetros seminales, mientras que otros autores sí la observan.
Esta situación viene provocada por la gran variabilidad que existe entre los individuos, el momento de recogida de la muestra y el tiempo que transcurre hasta que ésta se estudia, condiciones que afectan a su calidad.
A pesar de esta controversia, una mayor abstinencia parece relacionarse con una disminución de la movilidad espermática y con una menor vitalidad; al mismo tiempo que se asocia con un mayor volumen eyaculado, una concentración superior de espermatozoides y leucocitos, un mayor recuento total de espermatozoides, una importante fragmentación del ADN espermático y un considerable porcentaje de espermatozoides con un potencial de membrana mitocondrial anormal.
Por todo ello, la Organización Mundial de la Salud, en su manual de laboratorio para el examen y procesado de muestras de semen, establece el periodo de abstinencia recomendado entre dos y siete días.
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