El liquen escleroso es una dermatitis no contagiosa que afecta a la zona genital provocando manchas irregulares y descoloridas en la piel, así como una gran atrofia pudiendo llegar a alterar la anatomía de esta área. Aunque esta enfermedad, que no se transmite por contacto sexual, también la padecen los hombres es más frecuente en mujeres, sobre todo en la menopausia o en la primera etapa de la vida. Los síntomas pueden llegar a desaparecer, pero esta afección es crónica y podrían producirse brotes a lo largo de la vida, por lo que será necesario realizar revisiones para evitar que esta enfermedad provoque un cáncer de vulva, siendo uno de los más agresivos y con peor pronóstico el que se asocia al liquen.
La sensación de irritación; gran prurito; cambios en la uretra, en el clítoris o en los labios menores; la piel fina y blanquecina con tendencia a heridas; o las relaciones sexuales dolorosas son algunos de los síntomas que provoca esta dolencia y que se atenderá con tratamientos locales (corticoides, terapias hormonales, tratamientos con láser, etc.). Además, se deben evitar las prendas ajustadas y de fibra, se recomienda mantener la zona seca (lavándola una vez al día con jabón íntimo suave) y lo más imprescindible: una buena hidratación.
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