Este se ha convertido en uno de los muchos mitos que giran en torno a los anticonceptivos y la sexualidad, ya que no existe relación entre su consumo a largo y corto plazo y los problemas de fertilidad. Del mismo modo, tampoco es necesario hacer descansos, a menos que surjan otros problemas médicos que no indiquen realizarlos.

Además, tomar pastillas anticonceptivas puede ayudar en muchas patologías como la endometriosis, evitando que la enfermedad progrese y de lugar a uno de sus síntomas más comunes: la esterilidad.

Cuando la mujer desee quedarse embarazada, tras una consulta preconcepcional para revisar y valorar todo lo que se precise, tan solo tiene que dejar de tomar la píldora, así se reanudará de nuevo la ovulación para lograr el embarazo.

Lo cierto es que la mujer aplaza cada vez más su maternidad y debemos recordar que la edad es uno de los factores que influye en este proceso, puesto que disminuye la reserva ovárica y aparecen otras patologías que también pueden interferir. Igualmente, con la toma de anticonceptivos, la menstruación es siempre regular por lo que no se objetivarían los síntomas relacionados con otras enfermedades. Por ello, es fundamental hacer revisiones ginecológicas periódicas para poder actuar en el caso de que aparezcan.

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