No conlleva demasiado tiempo realizar y obtener los resultados de un estudio básico de esterilidad: en un periodo de entre uno y dos meses podría estar listo.
En este procedimiento se incluyen pruebas como una anamnesis exhaustiva para recoger información de ambos miembros de la pareja, cultivos y analíticas para valorar el estado de salud y un estudio del cariotipo para ver si existe alguna alteración cromosómica. Asimismo, se le realizará a la mujer una histerosalpingografía para examinar las trompas de Falopio, un análisis para medir el nivel de hormonas que actúan en el ciclo menstrual y una ecografía para valorar la anatomía. En el caso del varón, se efectuará un espermiograma para determinar la calidad del esperma.
Posteriormente, una vez se obtengan dichos resultados en cuestión y según las patologías que se puedan detectar en una primera valoración, pueden preciarse otro tipo de pruebas complementarias. Además, hay determinados desórdenes que requieren la valoración de otros profesionales especialistas o incluso la realización de tratamientos médicos o quirúrgicos antes de iniciar cualquier proceso de reproducción asistida. En estos casos, los tiempos podrían prolongarse algo más de lo habitual.
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